El Banco Central de la República Argentina (BCRA) espera un ingreso significativo de divisas en los próximos meses gracias a la contribución de los sectores agropecuario y energético. Según estimaciones privadas y pautas oficiales, se prevé que estos sectores aporten más de USD 12.000 millones hasta fin de año, un alivio crucial para la acumulación de reservas en un contexto económico desafiante.
El sector energético como protagonista
Vladimir Werning, vicepresidente del BCRA, destacó en la XIX Conferencia Anual de Estudios Económicos del Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR) que se proyecta un superávit energético de aproximadamente USD 5.000 millones para este año. Durante el primer semestre, las exportaciones energéticas generaron unos USD 2.700 millones, y se espera que en los últimos cuatro meses del año ingresen otros USD 2.500 millones.
Además, las perspectivas para 2025 son alentadoras, con estimaciones de un crecimiento del 50% en los ingresos netos de dólares provenientes de la exportación de gas, petróleo y otros productos energéticos, alcanzando entre USD 7.500 y USD 8.000 millones. Para 2026, se espera que estas cifras se dupliquen.
El agro, un pilar fundamental
A pesar de la caída en los precios de los granos, el sector agropecuario sigue siendo un pilar fundamental para el ingreso de divisas. Según la consultora MAP, el 70% de la cosecha de soja aún no ha sido vendida, lo que podría generar hasta USD 10.000 millones en lo que queda de 2024. Sin embargo, existe una preocupación para 2025 debido a la caída en los precios de los granos, lo que podría restar unos USD 6.000 millones al mercado.
El gobierno argentino enfrenta el desafío de asegurar estas fuentes de ingresos y considerar medidas que mejoren el tipo de cambio para los exportadores, aunque por el momento no se vislumbran cambios en la agenda oficial.
Perspectivas futuras
El BCRA también anticipa importantes inversiones en el sector energético, que podrían sumar otros USD 12.000 millones en los próximos dos años, impulsadas por proyectos de gas, petróleo, biocombustibles y petroquímicos. Estas inversiones serán clave para mantener la estabilidad económica y fortalecer las reservas en un contexto internacional complejo.
La economía argentina depende en gran medida de la capacidad de estos sectores para generar divisas que permitan sostener el tipo de cambio y financiar el crecimiento. Las expectativas para el próximo año son mixtas, con luces de alerta en el agro, pero con un horizonte más prometedor en el sector energético.
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